La violencia hacia las mujeres no es un fenómeno cultural, ni nacional o de clase social, la violencia es transversal y nos concierne a todas. No aceptaremos la utilización de un discurso sobre los derechos de las mujeres para justificar la xenofobia y la represión a los inmigrantes. Ninguna forma de violencia hacia las mujeres debe ser tolerada. Es en este sentido que las europeas lanzan la campaña "Ni una más" poniendo el acento en la violencia conyugal. Ellas demandan que se voten leyes sobre la violencia hacia las mujeres y que sean aplicadas en todas sus dimensiones: prevención, centros de acogida de las mujeres, acciones por la independencia económica de las mujeres, etc. Ellas subrayan el protagonismo de las asociaciones feministas que hacen el trabajo en el terreno y actúan sobre las causas de la violencia hacia las mujeres. Tenemos demandas hacia el Estado. Pero también llamamos a nuestra responsabilidad individual y colectiva, de mujeres y hombres, de tomar posición contra las violencias sexistas por donde las encontremos.
¡Mientras todas las mujeres no sean libres nosotras estaremos en marcha!